Durante los años que Zig-Zag publicó revistas de cómics en los años sesenta, se usaron variadas formas para fidelizar a los lectores, algunas de las cuales pueden resultar curiosas, o desconocidas, por lo que hoy veremos algunas de ellas.
Cuando en 1966 lanzó las tres revistas dedicadas a temas bélicos (fundamentalmente de la segunda guerra mundial) y que revisamos con algún detalle en una otra entrada anterior, tituladas U-2, Trinchera y SOS, incluyó en los primeros números de U-2, dedicada a las acciones aéreas, trabajos del dibujante Máximo Carvajal, donde él pudo desplegar parte de su mayor afición, dibujando aviones en una serie destinada a ser una especie de naipes coleccionables. Para ello la hoja de la contratapa contenía cuatro naipes cada una, que contenían el dibujo de un modelo de avión, según puede verse en las muestras a continuación.
Cuando en 1966 lanzó las tres revistas dedicadas a temas bélicos (fundamentalmente de la segunda guerra mundial) y que revisamos con algún detalle en una otra entrada anterior, tituladas U-2, Trinchera y SOS, incluyó en los primeros números de U-2, dedicada a las acciones aéreas, trabajos del dibujante Máximo Carvajal, donde él pudo desplegar parte de su mayor afición, dibujando aviones en una serie destinada a ser una especie de naipes coleccionables. Para ello la hoja de la contratapa contenía cuatro naipes cada una, que contenían el dibujo de un modelo de avión, según puede verse en las muestras a continuación.
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